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   Mi labor principal consistía en grabar la propaganda de los partidos en casete de cinta continua de tres minutos de duración, o en CD usando el NERO WAVE EDITOR   para difundirla a través de un vehículo con megafonía y fomentar así la máxima expectación y afluencia a los partidos,  dado que los medios de comunicación dedican muy poco espacio a este deporte y categoría y están inmersos en la gran batalla del mal llamado “deporte rey”, es decir, el fútbol  y todavía menos al ser PORRIÑO un pueblo de 17.000 habitantes cercano a la gran ciudad de VIGO y como no dispone apenas de prensa escrita , se depende exclusivamente de los respectivos redactores deportivos.  Uno de los que dedicaba  mas espacio y una mayor información al deporte porriñés y con ello al baloncesto local, es el “ATLÁNTICO DIARIO”, en las magníficas y completísimas crónicas de ALBERTO OVENZA.  ¡ GRACIAS!. 

                      

   Aunque las instalaciones del CENTRO POLIDEPORTIVO MUNICIPAL DE PORRIÑO cuentan con un sistema de megafonía, éste no es lo suficientemente adecuado y funcional para este tipo de eventos, especialmente cuando acude a él una buena cantidad de espectadores, por lo que una hora antes del partido, comienzo a instalar mi equipo que consiste en:  una mesa  mezcladora estereofónica de 6 canales con diferentes impedancias,  una pletina profesional de reproducción de casetes; 3 micrófonos, entre ellos un  SHURE ORIGINAL de los años 50 (que funciona maravillosamente bien y es la "perla de la corona") y los respectivos cables y conectadores, así como dos estuches con 20 CDs para ir eligiendo la música adecuada según el desarrollo del partido e influir en el ánimo de los espectadores y del equipo local, lo que constituye uno mis principales objetivos. A los 15 minutos minutos aproximadamente está todo montado, probado y listo... para... calentar.. motores... !!!

   Comienzo siempre dando la más cordial bienvenida al equipo visitante (lo cortés no quita lo valiente), y entre el spot (o cuñas publicitarias),  de forma subrepticia voy haciendo lo posible para que el público que va llegando al polideportivo y la plantilla que está calentando, se pongan en máxima alerta y con el ánimo dispuesto favorablemente para la consecución de la victoria,  que es el fin primordial de toda esta parafernalia de gritos, bombos, platillos, bocinazos, spray, música, insultos (alguno siempre hay) y muchas uñas que desaparecen por arte de magia de los dedos de los  aficionados más “forofos”. 

   Seis minutos antes del comienzo y una vez que los árbitros ordenan a los equipos que se retiren al banquillo, comienzo la presentación del equipo visitante, de forma muy cortés pero sin grandes aspavientos, adornándola con música suave. A continuación, hago sonar un himno típico de la NBA con mucho volumen y comienzo a hacer la presentación de los jugadores locales, ésta ya con mucha mas lentitud, pronunciando con fuerza y energía sus nombres, bajando el volumen de la música al unísono, y poniendo un gran énfasis en la vocalización, lo que hace que el respetable público aplauda, coree y festeje la salida del equipo, lo que inmediatamente predispone a todos ellos, público y jugadores, a enfilar el partido con un eufórico estado anímico.   

    Cuando se señalan los tres minutos, hago lo posible por comentar la importancia del partido para los dos equipos, y de esa forma  recordar e inculcar a la afición local que es un partido vital para los intereses de “ambos banquillos”, pero siempre “acentuando” la importancia que tiene para nuestro equipo.  En el último minuto antes de comenzar, y en los tiempos muertos, uso una argucia que da muy buen resultado de cara al patrocinador del club:  hacer un anuncio publicitario, en vivo y en directo, aprovechando el envío de las crónicas de los distintos profesionales de la información, con el fin de aprovechar ese posible espacio de publicidad gratuita a través de los medios de comunicación acreditados en la pista. 

    Al término de un partido al que acudió AITO GARCÍA RENESES (del que hice lógicamente un extractado panegírico), cuyo resultado final fue favorable para el equipo de Porriño, ese gran entrenador después de felicitarme, se sorprendió agradablemente con mi especial método y me comentó que tenía mucha habilidad para mantenerme dentro de la normativa oficial y evitar así los posibles problemas con el arbitraje de turno.

   Durante el partido “canto” las canastas logradas por nuestro equipo, las faltas personales cometidas, sus acciones espectaculares así como los cambios que se producen. En algunos partidos ”informo” al respetable público “y sin intención de incidir en su estado anímico” de la marcha del marcador e incluso del número de faltas de cada equipo. En los tiempos muertos y en los descansos y según vaya el marcador, además del correspondiente spot publicitario, trato de introducir algún comentario deportivo para que no decaiga el ánimo y mantener al público en un estado de “tensión permanente”, con el fin de que la continuación del partido acapare todo su interés. Al finalizar y mientras se retiran los equipos, con un fondo musical adecuado al resultado final, agradezco a todos los espectadores su presencia y sus aplausos en nombre del club o comisión organizadora así como deseo a todos los deportistas un feliz regreso a sus respectivas ciudades, y llevo años terminando con estas palabras:

“Bien... señoras, señores,  por nuestra parte esto es todo... deseándoles un magnífico día (noche, fin de semana, fiesta.. etc), en nombre del club... (u organismo organizador), les habló: RAMÓN MARTÍNEZ”

   ¡Estos son los partidos que necesita la afición y la "grey"  infantil para que el "gusanillo" del baloncesto siga anidando en sus corazones y señale el camino que les lleve a  la cancha deportiva, los unos a presenciar y disfrutarlo y los otros a practicar el deporte de sus amores!.

 

   Debido a la gestión personalista de parte de sus dirigentes, al desconocimiento total de este deporte de algunos de sus nuevos directivos y a su "imposición" desde las altas esferas municipales, siguiendo todos ellos  una línea  poco consecuente con los deseos de la gran mayoría de los aficionados al baloncesto, el club profesional que militaba en la LEB-2 ha desaparecido y con ello un gasto importantísimo para las arcas municipales.  Esperamos con mucha ilusión a que este deporte enarbolando la bandera del baloncesto base de Porriño, vuelva pronto a ocupar el lugar que le corresponde y vivamos aquellos magníficos espectáculos deportivos, donde la afición vuelva a vibrar en un pabellón a rebosar como antaño  e identificándose con el deporte de la canasta, pero esta vez sintiendo los colores de PORRIÑO y animando a un equipo nutrido principalmente de  jugadores salidos de sus ESCUELAS DE BALONCESTO.

Baloncesto

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